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Monumento a la Jota

El "Monumento a la jota" de Albalate del Arzobispo tiene a gala ser, el primer monumento a este tradicional baile  que se erigió en la comunidad autónoma aragonesa. La iniciativa surgió con motivo de la concesión al bailador Alfonso Zapater Cerdán "el Molinero" del título de hijo adoptivo de la localidad. Por iniciativa de su hijo, Alfonso Zapater, conocido periodista y escritor, que contactó con el escultor Angel Orensanz, se formó un patronato pro-monumento presidido por el alcalde de entonces Luis Gasco Laudo.

Tras la recogida popular de donaciones para la obra, amén de subvenciones del Gobierno Civil y Diputación Provincial de Teruel, pudo inaugurarse en la localidad este primer monumento a la jota en Aragón. El monumento está colocado en la Plaza Nueva (Plaza Aragón), ocupando el lugar de la antigua fuente, de la que se proveían los que iban a buscar agua con grandes cubas o tanques sobre los carros y fue inaugurado el 17 de mayo de 1970.

Al acto, que tuvo un gran sabor aragonesista, acudieron los tres gobernadores civiles de la región, presidentes de las diputaciones provinciales y los alcaldes de Huesca, Teruel y Zaragoza. Tras los discursos, se celebró un emotivo festival folklórico que dio ocasión para ver bailar, por última vez juntos a los maestros de la jota bailada que dieron a conocer el conocido "estilo de Albalate"

La obra está sustentada de un elevado pedestal de tracería mudéjar. La jota está representada  por tres figuras: la jota cantada está simbolizada por la figura del más legendario cantador albalatino, Manuel Gracia "el Capacero" y arriba, en lo alto, triunfante, la jota bailada representada por las figuras de Alfonso Zapater Cerdán "el Molinero" y su pareja de baile, de siempre, Pascuala Sancho Pellicero "la Cestera".

Orensanz con esta obra se estrenaba en el uso de planchas de acero recortadas y soldadas, marcando planos y huecos en un estilo derivativo del cubismo que se prodigó en la transición e inicios de la democracia. El modelo para esta maestría en la evocación de volumen con chapas y huecos fue el escultor aragonés Pablo Gargallo, bien conocido de Orensanz.

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